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En 3 simples pasos te va a quedar una quinoa perfectamente cocida para poder añadir a tus platos preferidos.
Son muchas las recetas que se pueden hacer con quinoa. Al ser un alimento tan versátil, encaja en multitud de platos: dulces, salados, con verduras, con legumbres… Pero quizás lo más interesante de la quinoa es que se cocina en un momento y esto nos ayuda a poder utilizarla a diario. Sin embargo hay quien tiene muy poco tiempo para cocinar o simplemente prefiere dedicar esos pocos minutos que necesitamos para cocinar la quinoa a otras cosas.
¡No te preocupes!
¡No hace falta cocinar a diario! La quinoa precisamente tiene la peculiaridad de que se conserva muy bien cocinada en la nevera, y es muy fácil de combinar posteriormente en nuestros platos.
Las 3 claves para que la quinoa quede perfectamente cocinada son la cantidad de agua, la temperatura y usar tapa.
Veamos paso a paso cómo debemos cocinar este pseudocereal.
Generalmente, lo primero que se hace antes de cocinar la quinoa es medir el volumen que queremos cocinar, y lavarla bien bajo el grifo con abundante agua fría para eliminar las saponinas, una sustancia natural en la quinoa que es preferible eliminar para mejorar su digestibilidad. Sin embargo, con nuestra quinoa real nos vamos ahorrar este paso y ahorraremos tiempo en la cocina ya que viene libre de saponinas.
Así que una vez medida la quinoa real que vamos a cocinar la podemos añadir en una olla de fondo grueso, que se ajuste a la medida de quinoa que vamos a cocinar.
Añadimos el doble del volumen de la quinoa con agua fría, un pellizco de sal marina, tapamos y lo llevamos a ebullición.
Una vez que la quinoa empiece a hervir, bajamos el fuego al mínimo y lo dejamos cocinar con tapa y sin remover aproximadamente unos 15-20 minutos hasta que se haya evaporado absolutamente toda el agua.
¡Y ya tenemos la quinoa lista para comer!
