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¿Sabías que más de la mitad de la población adulta sufre sobrepeso u obesidad?
El exceso de peso no es solamente una cuestión estética; es un problema de salud que normalmente va vinculado a niveles elevados de colesterol en sangre e hipertensión arterial, una situación que conduce a problemas vasculares, como infartos e isquemias, principales causas de muerte en nuestra sociedad. Pero también está asociado a problemas de salud crónicos como la diabetes.
¿Cómo llegamos a esta situación de salud?
Pues, por los malos hábitos de vida, el sedentarismo, cenas tardías, así como el consumo de grasas saturadas que encontramos en embutidos, lácteos y bollerías, tan difíciles de eliminar de nuestro cuerpo.
Pero, sobre todo, por un consumo excesivo de azúcares refinados de absorción rápida, presentes en bollerías, bebidas azucaradas y productos procesados con azúcares añadidos bajo diferentes nombres. Todo este azúcar se convierte en un excedente que nuestro hígado transforma en grasa, que se deposita en nuestro cuerpo o que circula en forma de colesterol o triglicéridos por la sangre.
Hay que poner una solución, y la quinoa es el alimento ideal.
La quinoa nos aporta azúcares complejos de absorción lenta y fibra, que evitan los picos de glucosa en sangre y por lo tanto que estos se conviertan en grasa dañina.
A la vez es rica en grasas saludables como el omega 3, que nos ayudarán a controlar el colesterol.
Su alto contenido en proteína de buena calidad nos permite llevar una alimentación con menos proteínas animales y lácteos, reduciendo así el consumo de grasas saturadas en nuestra dieta.
Una alimentación donde la quinoa esté presente en las diferentes comidas nos ayudará a mantener un aporte equilibrado de nutrientes a nuestro organismo, dejando de saturar nuestro hígado y permitiéndole que pueda hacer su trabajo: limpiar nuestro cuerpo.
