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¿Sabías que la quinoa contiene más proteínas que un plato de arroz con lentejas?
La quinoa, a diferencia de cualquier otro cereal, aporta todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo no puede fabricar, y que por lo tanto dependen de la dieta.
Además, es bajo en grasas saturadas y rico en grasas saludables, especialmente en omega 3, siendo una alternativa a la proteína animal muy saludable e indicada para todas las personas con problemas de sobrepeso, obesidad, colesterol en sangre o problemas cardiovasculares.
La quinoa contiene un 14 % de proteínas, un 6 % de grasas saludables y cerca del 65 % son hidratos de carbono de absorción lenta. Hidratos que mantienen los niveles de azúcar en sangre constantes, ofreciéndonos estabilidad de energía durante horas y máxima vitalidad.
Aporta un 6 % de fibras, de las cuales algunas son solubles, como las que encontramos en las frutas y fibras insolubles más propias de los cereales integrales, y que tienen un papel fundamental en la salud intestinal. Todas ellas nos ayudan a mejorar el tránsito intestinal, factor clave en la prevención de enfermedades del sistema digestivo y circulatorio.
Sin duda, la quinoa es un superalimento en mayúsculas, pues destaca en prácticamente todos los nutrientes más importantes que nuestro cuerpo necesita y además los aporta de una forma muy equilibrada y de buena asimilación. Seguramente por eso los mayas ya lo consideraron un alimento sagrado durante cientos de años.
Desde una clasificación botánica la quinoa no es un cereal, es un pseudocereal, pero lo utilizamos en nuestras recetas como cualquier otro grano.
Comparado con otros cereales la quinoa es una bomba de nutrientes, destacando su aporte en proteínas completas, hidratos de carbono de absorción lenta, vitaminas y minerales. Y, lo mejor de todo: se cocina en un momento, es muy versátil y de un sabor suave y delicado.
